Piense y hágase rico

Nadie está preparado para algo hasta que cree que puede conseguirlo. El estado mental debe ser la convicción, no de simple esperanza o anhelo. Los anhelos no generan riqueza. Se trata de querer dinero y de estar tan decidido a tenerlo que te convenzas a ti mismo de que lo tendrás.

Es un hecho demostrado que acabamos creyendo cualquier cosa que nos repitamos, sea cierta o falsa. Cada persona es lo que es por los pensamientos dominantes que ocupan su mente.

Si repites suficientemente un pensamiento, el subconsciente termina aceptándolo. La mente subconsciente no distingue entre pensamientos constructivos o destructivos.

Escribe una declaración de tu propósito principal:

1. Determina la cantidad exacta de dinero que quieres

2. Establece lo que vas a dar a cambio

3. Fija un plazo

4. Crea un plan imperfecto (y empieza ya con la primera acción

Lee la declaración en voz alta cada día hasta que forme parte de tu mente subconsciente.

La opinión o visión de los demás sobre nosotros afecta a nuestro propio subconsciente, impulsándonos o frenándonos.

Si tu profesor te considera inteligente (sea cierto o no), hay más probabilidades de que tu rendimiento sea bueno. Si tu jefe te considera capaz (sea cierto o no), será más probable que tu trabajo sea bueno.

Tiempo - Salud - Felicidad - Dinero

Las riquezas son como las patas de una silla. Tu riqueza será tan alta como tu pata más corta. La calidad de tu vida no puede ser mayor a la de tu eslabón más débil.

1. Sé pensar: tener valores que guíen tu vida. Tener una brújula interior que te permita tomar decisiones y avanzar.
2. Sé esperar: ser capaz de pensar a largo plazo y estar dispuesto a sacrificar una parte del beneficio presente para uno mayor en el futuro.
3. Sé ayunar: tener capacidad para atravesar malos momentos.

Colecciona fuentes de ingreso. Acostúmbrate a ver como un coleccionista de fuentes de ingreso.

Anota 10 ideas de posibles fuentes de ganar dinero. No importa si son buenas o malas, solo escríbelas

A veces pensamos que debemos imaginar la superidea. Y eso nos bloquea. Creemos que la idea lo es todo.

Tienes una buena idea, pero alguien ya lo está haciendo. ¿Y qué? Hazlo mejor. "Alguien lo está haciendo" es la excusa universal para no hacer nada.

La idea no es lo importante. Importa que la lleves a la práctica.

Las personas que triumfan toman las decisiones con rapidez y, si cambian de opinión, lo hacen muy lentamente. Quienes fracasan lo hacen al revés.

La mayoría de nosotros esperamos el «momento oportuno>> para hacer algo que merezca la pena. No esperes. Nunca llegará el «momento oportuno». Empieza desde donde estás y aprovecha las herramientas que tengas a mano. Mejor hecho que perfecto. Hacer el 50% es mucho mejor que no hacer nada.

A la mayoría de las personas que no logran ganar suficiente dinero para sus necesidades generalmente les influyen mucho las opiniones de los demás. Las opiniones son el producto más barato de la tierra. Si las opiniones te influyen a la hora de tomar decisiones, no conseguirás transformar tu deseo en dinero.

Sigue tu propia corazonada cuando pongas en práctica los principios de este libro, toma tus propias decisiones y aférrate a ellas.

Si sabes claramente lo que quieres, es mucho más probable que lo consigas. El mundo tiene la costumbre de abrir paso a las personas cuyas palabras y acciones muestran que saben adónde se dirigen.

La falta de perseverancia es una de las causas principales del fracaso. La facilidad con la que puedas superar este obstáculo dependerá, totalmente, de la intensidad de tu deseo.

El punto de partida de cualquier logro es el deseo. Tenlo siempre presente.

Tu entusiasmo indicará con claridad cuánto, o cuán poco, deseas ganar dinero. Si ves que sientes indiferencia, sabrás que todavía no has adquirido la «consciencia del dinero», algo imprescindible antes de poder ganar una fortuna.

Consiste en imaginar que tienes reuniones con personas que admiras, para que te transmitan sus principios y consejos. Con esta técnica puedes reconfigurar tu carácter.

1. Decide quiénes serán tus tres consejeros imaginarios. Lo único que importa es que a ti te inspiren.
2. Describe qué cualidades quieres aprender de cada uno.
3. Antes de dormir, durante cinco minutos, cierra los ojos y visualiza cómo te reúnes con tus consejeros para recibir sus consejos e inspiración.

Para triumfar deberás superar tus tres mayores enemigos: la indecisión, la duda, y el miedo.

La naturaleza le ha otorgado al ser humano el control absoluto sobre una sola cosa, y son sus pensamientos. Este hecho, junto con la realidad de que todo lo que creamos empieza con un pensamiento, nos acerca al principio con el que podremos controlar el miedo.

Para protegerte de las influencias negativas debes reconocer que tienes fuerza de voluntad y tienes que usarla constantemente, hasta que construya un muro de inmunidad contras las influencias negativas de la mente.

Reconoce el hecho de que tú, como cualquier otro ser humano, eres perezoso, indiferente y susceptible a todas las sugestiones que armonicen con tus debilidades.

Reconoce que eres susceptible a los miedos y que tienes que crear unos hábitos para contrarrestarlos.

Solo tienes un control absoluto sobre una cosa: tus pensamientos

El control de la mente es el resultado de la autodisciplina y el hábito. O controlas tu mente o ella te controla a ti. No hay punto medio. El método más práctico para controlar la mente es mantenerla ocupada con un propósito definido que lograrás con un plan concreto